Dentro del peritaje económico los casos más comunes que nos encontramos son la realización de informes por lucro cesante y daño emergente, estos conceptos aunque son generalmente complementarios se refieren legalmente a hechos distintos. En líneas generales el lucro cesante y el daño emergente son dos conceptos legales que se utilizan para medir el daño sufrido por una persona física o jurídica como resultado de una acción ilícita o negligente de otra parte.
Resumen del artículo
¿Qué entendemos por lucro cesante?
El lucro cesante es el ingreso que se ha perdido o dejado de ganar como resultado del daño sufrido. Por ejemplo, si una empresa deja de operar debido a un incendio, el lucro cesante sería el ingreso que habría obtenido si no hubiera ocurrido el incendio. Se define en términos de pérdida de beneficios que ha experimentado un agente a consecuencia de la acción de un tercero, mediante un incumplimiento de contrato por ejemplo. En resumen, el lucro cesante es una herramientas totalmente válida para medir el impacto económico de un evento dañino y asegurar que la compensación sea justa e adecuada para el afectado.
Lucro cesante y daño emergente, ¿Qué diferencias hay?
Es importante diferenciar el lucro cesante del daño emergente, pues a pesar de que ambas son un perjuicio económico, existen importantes diferencias.
El daño emergente se refiere en todo caso a una pérdida patrimonial efectiva (es decir, un daño que se ha producido y es tangible) como consecuencia de la acción de un tercero. En contraposición, el lucro cesante se refiere a aquellos acontecimientos que se hubieran producido de no haberse causado el daño por parte del tercero, pero que en realidad no han llegado a darse.
Veámoslo con un ejemplo el daño emergente: una empresa de reparto de paquetería ha tenido un siniestro con su vehículo a consecuencia de un tercero, que se ha saltado un stop colisionando con la furgoneta de reparto y ocasionándole diversos daños, por lo que tendrá que llevarla al taller a reparar, y tardarán 4 días.
El daño emergente serán las averías de la furgoneta, que efectivamente se han producido, se pueden ver y son fáciles de cuantificar y probar. En cambio, el lucro cesante vendría ocasionado por la paralización de la actividad de la empresa de paquetería, que durante 4 días no va a poder hacer uso de su furgoneta y eso va a ocasionar una pérdida de beneficios.
Como podemos ver, es mucho más difícil cuantificar un lucro cesante que un daño emergente, pues es algo más abstracto y que es necesario acreditar, siendo imprescindible la intervención de un perito experto que valore correctamente esta perdida de beneficios. Además puede ser un componente importante de la planificación financiera, ya que permite a las empresas para posibles pérdidas de ingresos en el futuro derivados de eventos sobrevenidos que deben ser cubiertos con fuentes de financiación externa.
¿Cómo se calculan el lucro cesante y el daño emergente?
El daño emergente es fácil de acreditar, pues únicamente habrá que atender a los gastos incurridos para reparar los daños ocasionados.
Sin embargo, el lucro cesante se basa en hipótesis, en unos cálculos de probabilidad sobre hechos futuros, por lo que es necesario el estudio de mucha información para poder realizar los cálculos con la mayor precisión posible.
Se analizan las cuentas de explotación del agente perjudicado en los 2-3 ejercicios anteriores al siniestro, atendiendo siempre a los modelos oficiales presentados a la Agencia Tributaria, para conformar una base de información fiable y objetiva sobre la que trabajar. Calculamos una estimación de la indemnización atendiendo al volumen de negocio y al margen bruto. De esta manera a través de un informe pericial de lucro cesante se puede demostrar de forma independiente la pérdida de ingresos y beneficios ocasionada.
¿Qué debe acreditar el informe pericial de lucro cesante y por qué es importante para reclamar a un tercero?
En el informe pericial para la reclamación de una indemnización por lucro cesante debe constar:
- Que efectivamente se ha producido un daño, de magnitud suficiente, y acreditar su importe de reparación, así como plazo aproximado.
- La existencia de un nexo causal entre el daño producido y la paralización de la actividad, produciéndose una pérdida de beneficio. Se debe incluir entre otras cosas el período de tiempo en el que se ha producido el lucro cesante y las circunstancias que lo han causado, incluyendo cualquier evento o situación relevante.
- La demostración de que existe una pérdida de beneficio que no hubiera tenido lugar si no se hubiera producido el daño, y una cuantificación sólida y demostrable del lucro cesante.
Desde Razional Peritaciones, ofrecemos la calidad, exigencia y objetividad requerida a la hora de realizar informes periciales por lucro cesante o daño emergente. Consúltanos sin compromiso.
Como podemos observar, elaborar un informe pericial de lucro cesante requiere un elevado conocimiento y experiencia, por lo que es imprescindible acudir a expertos que te asesoren y elaboren un dictamen pericial de garantía. En Razional contamos con economistas con una dilatada experiencia en el ámbito de las periciales de lucro cesante.
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